Cuando vivías en Creffield Road
usabas una mirada tan gastada
que tus manos siempre parecían
desdibujadas.
Si salías a beber, o si aparcabas
tus noches en algún green
todo se diluía.
No sé dónde habías adquirido
esa expresión tan limada,
esos ojos tan de derrota.
Lo que sé es que te añoro;
mi memoria atrapada
entre setos
y cubos de basura
abandonados
de Creffield Road.
No hay comentarios:
Publicar un comentario