martes, 12 de julio de 2016




Nuevos poemas

Encendió una cerilla
y comenzó el ritual

Brujas sacaojos,
hombres de arena,
monstruos de sal,

ninguno lo vencería,
se sabía inmortal.

Pero nadie le pronosticó
que crecería, que
se haría real,

Y que un ejército de
despertadores, esperas
e hipotecas
sería más letal.



Quería encontrarse
a sí mismo,
y finalmente se encontró

en un callejón del Pahar Ganj,
en un patio de Chadni Chowk,
en una ribera del Mekong.

Allí se encontró a sí mismo,
allí charló con sus otros yos.

Todos mostraban su cara,
eso sí, con diferente expresión.

De la experiencia renació,
volvió a su casa,
se hizo bróker,
allí mismo reventó.

Los otros yos recogieron
cada uno un trozo,
y cada uno fundó

una religión.

La Niña Moño



Ilustración de Fernando Paredes.

miércoles, 15 de junio de 2016

Trabestiario

No os perdáis el booktrailer de mi libro.
Una manera festiva de interpretarlo.

martes, 24 de mayo de 2016