Nuevos poemas

Encendió una cerilla

y comenzó el ritual

Brujas sacaojos,

hombres de arena,

monstruos de sal,

ninguno lo vencería,

se sabía inmortal.

Pero nadie le pronosticó

que crecería, que

se haría real,

Y que un ejército de

despertadores, esperas

e hipotecas

sería más letal.

Quería encontrarse

a sí mismo,

y finalmente se encontró

en un callejón del Pahar Ganj,

en un patio de Chadni Chowk,

en una ribera del Mekong.

Allí se encontró a sí mismo,

allí charló con sus otros yos.

Todos mostraban su cara,

eso sí, con diferente expresión.

De la experiencia renació,

volvió a su casa,

se hizo bróker,

allí mismo reventó.

Los otros yos recogieron

cada uno un trozo,

y cada uno fundó

una religión.

La Niña Moño

Ilustración de Fernando Paredes.

Trabestiario

No os perdáis el booktrailer de mi libro.
Una manera festiva de interpretarlo.

Rosa Pantopón

Rosa Pantopón

tenía un don,

veía cosas,

a veces sí, a veces no,

Rosa Pantopón

tenía un don,

curaba los males

de dos en dos,

Rosa Pantopón,

tenía un don,

los vecinos de la calle

la mataron

y ella solita

se murió.

Rosa Pantopón

Mi Rosa Pantopón ilustrada por Beatriz Garrido.

Trabestiario

Y me decido a sacar mi primer libro. Algo que no me hubiera imaginado escribiendo años atrás. Poemas macabros, góticos, siniestros, decorados con unas ilustraciones maravillosas.

Casi tres años se me han ido en el proceso, desde la idea original, la investigación, el desarrollo, la búsqueda de ilustradores, el orden definitivo, la búsqueda de editorial, el diseño de la portada, y por fin este sábado sale a la luz mi querido retoño.

Deseadme suerte.

Años después vuelvo aquí.