martes, 23 de diciembre de 2008


"Recuerdo que la segunda vez que la vi, me dijo que en ningún momento había esperado volver a verme, y la próxima vez que la vi dijo que pensaba que yo era un morfinómano, y la siguiente me llamó dios, y después intentó suicidarse y luego lo intenté yo y después volvió a intentarlo ella, y nada dio resultado, salvo el de unirnos más, tanto, de hecho, que nos compenetramos, intercambiamos personalidades, nombre, identidad, religión, padre, madre, hermano."
Henry Miller.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

True colours



Hoy una compañera

me ha hablado de una chica

que cataloga a la gente por colores.



Conducía mientras me contaba

esta historia;

arqueé una ceja

y pedí más detalles.



Según aquella todos somos

un color, un tono.



Con los ojos en la carretera

y la negrura del parabrisas
como pantalla

intenté imaginar los colores que

iba a enumerar.




Su hijo, de un azul eléctrico, radiante,

me pareció bien.



Su hija, de un rosita dulce,

vaya cagada.


Su marido, rojo y negro,

saboreé esa referencia anarquista,

y ese toque de originalidad

para ser rápidamente

desmentido por

un vulgar "rojo pasión",

"negro odio".



La más simpática del trabajo

por lo visto era un arco iris,

y así todo.



Ante mis expectativas frustradas

le pregunté de qué color

había teñido a mi interlocutora;

naranja.



Nos quedamos callados;

ella porque, sin querer, había revelado

sus verdaderos colores;

yo porque, aterrorizado,

temía

que alguien descubriera los míos.




jueves, 4 de diciembre de 2008