miércoles, 5 de marzo de 2008

ahora que todo es marrón

me encuentro releyendo notas de hace cinco años y siempre parece que toda la genialidad pertenece al pasado.
¿Por qué el presente no nos permite apreciarlo?, ¿por qué todo gana un falso valor a medida que va pasando el tiempo?
Las nimiedades, el día a día cobra un nuevo tono cuando ponemos días, años de por medio, cuando los leemos en otro espacio, en otra situación.
Cuando se deja de vivir en la incertidumbre y se gana seguridad parace que todo aquello que sentimos tiene un filo que se ha quedado romo hoy.

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