Pasear por la ciudad con una cámara es como hacerlo con un libro de notas. Me apresuro a anotar, a grabar todo aquello que percibo como señal. Algo que me haga elevarme del aquí y del ahora. En este caso me complazco en descubrir la referencia velada a algo que acabo de leer, algo que ha terminado convirtiéndose en cliché. Da igual, parece tan dirigido a mí, como la carta de un amante usando un código secreto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario