martes, 25 de marzo de 2008

Marrakech

¿Viajamos para distraernos con las diferencias o para reconfortarnos con las similitudes?
Marrakech dista mucho de ser el tipo de destino que busco. Once horas en tren para descubrir una ventana al mundo marroquí para miles de turistas que despegan su culo del asiento del avión para plantarlo en uno de los muchos restaurantes sólo para guiris.
Bueno, quizás viajar en semana santa no sea lo más apropiado. O quizás no sea lo más apropiado viajar a un sitio que está en boca de todos. La próxima vez recorreré aldeas de nombres impronunciables, de carreteras cortadas y de idiomas europeos ausentes.

No hay comentarios: