el patio central alojaba vestidos,
chaquetas, trajes de temporada.
huyendo entré en una sala lateral
obscenamente iluminada
de blanco
una zona nueva y
mis ojos mi cerebro
esforzándose en encontrar
similitudes
simetrías
paralelismos
entonces, en medio de esa blancura
una pieza que desentona
a una altura imposible,
a un metro del suelo
negro sobre blanco
un niño me estaba mirando
de esa manera en que siempre se me quedan
mirando
allí en medio.
tardé unos segundos en etiquetar
lo que tenía enfrente bajo el nombre
"niño"
negro sobre blanco
una piel pálida,
un peto blanco
zapatos del mismo color
pintado encima
pelo cejas ojos negros,
muy negros
rayas blanquinegras
lo envolvían
un compromiso
entre los dos extremos
se establecía en su jersey
asustadizo gato de cheshire.
parpadeé y la visión perdió su encanto.
lunes, 29 de septiembre de 2008
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